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MOTÖRHEAD. EL NO SUEÑO DE LEMMY.

by electric drinks

Despertar cada mañana para el mundo del rock sin Lemmy y sin Motorhead es algo convulso para el mundo del rock. El hombre que creíamos invencible enterró una era y con ella su procesión de característicos valores de más de 45 años de música atronadora, mugrienta y humeante.

Originalmente un trio muy poderoso del que poco se conoce de su periodo del 74’ al 77’, lleno de convulsiones musicales. Motorhead debería haber robado el protagonismo a los Sex Pistols y The Dammend en su propio territorio ya que definitivamente no había más integridad y rock n roll que en el trio de poder. Y ciertamente no más punk. Y si para una sociedad joven británica, pálida, desilusionada, señalada y variopinta, Motorhead hizo de faro de luz. 

Motorhead nació en un Londres post-victoriano, magullado y salvaje y sumergido en una época de caos. Un momento donde el glam rock agoniza y donde en 1973 el suicidio de ziggy stardust hace que los fans del estilo se transformen en futuros punks.

El rock progresivo creó años antes una desconexión total con los fans, sus canciones de media hora llena de solos de 15 minutos frustró a los jóvenes y saltaron hacia el glam rock que llevó un estilo de vida de mansiones y grandes coches para los artistas y grabaciones de discos eternas que hacían desaparecer de circulación bandas durante largos periodos de tiempo en un momento en que los fans ávidos de música se desconectaban rápidamente de sus grupos favoritos en busca de emociones más regulares en el tiempo. 

Era 1973-1974 y Lemmy de alguna manera encontró un hueco en el mercado con Hawking como alternativa antisistema al mercado de la música complaciente y ostentoso. Nada en la música tenia algo de peligroso, todo era seguro y muy cerebral. No existía la moda porque la moda eran las tiendas de segunda mano donde la gente compraba y todo lo mezclaba.

Toda la fauna de rockeros de la época, marginados y diferentes se reunían por la noche en un club llamado Speakeasy donde se encontraban músicos y descubrías bandas nuevas o que llevaban años intentando ser alguien. Lemmy era un asiduo del local con 27 años cuando dejó de traficar con acido para Jimmy Hendrix, y ya había pasado por bandas como Sam Gopal, Rockin’ Vickeers y finalmente llegó a Hawkind donde nadie quería que cantara y donde cambió de guitarra rítmica por fin a bajista. 

Lemmy provocó con Silver Machine un gran éxito en Hawkind que a la larga supuso su despido. Lemmy quedó devastado porque no entendía que fuera un problema de egos al convertirse en el centro de atención del grupo y relegar a segundo plano al líder Dave Brock. Con su salida del grupo el resto intentó encontrar en ellos mismos un cantante, pero ninguno de todos fue capaz de suplir a Lemmy y les obligó a readmitirlo de nuevo. Algo que convirtió a Lemmy en la imagen y principal músico de la banda. Fue en la primera gira de la vuelta de Lemmy cuando en Canadá le encuentran Speed en la frontera y lo detienen, pero ante la confusión con que era cocaína y teniendo en cuenta que la anfetamina no era todavía ilegal en Canadá fue puesto en libertad y acto seguido justo antes del primer concierto despedido de nuevo. 

Lemmy vuela a Londres al día siguiente completamente destrozado y pensando en la posibilidad de crear su propia banda a lo que se negaba a si mismo continuamente porque le parecía algo demasiado aburrido. Intentó formar varios súper grupos con músicos locales relevantes pero los proyectos se hundían ante la volatilidad de quienes le acompañaban. 

Lucas Fox y Lemmy, amigos que llevaban juntos desde los 14 años deciden empezar de cero creando su propia banda. Querían sonar a los Beatles de Hamburgo con temas como Helter Skelter, sonar más agudos y rápidos. Querían instaurar de nuevo el rock n roll de 3 minutos. Y por fin Lemmy decidió hacer su propia banda con su amigo Fox que tocaba la batería desde los 9 años. Solo les faltaba un guitarrista y lo encontraron en Larry Wallis y ahí empezó todo. 

Crearon el puente entre el progresivo y el punk. En su primer concierto el 20 de julio de 1975 estaba lleno de fans de Hawkind que quedaron en shock ante tanta velocidad y volumen. Pensaron que iba a ser un desastre, pero les encantó a todos. Y eso fue el principio de 16 fechas más y la aparición de las anfetaminas que tanto daño les provocó en sus comienzos. 

Fue la época de las risas, Lemmy insistía en no aparecer en ninguna foto sonriendo, pero era inevitable. Cuando llegó Motorhead no había nada como Motorhead, ni incluso la imagineria que utilizában. No existía nada relacionado con la Alemania nazi ni con los cráneos. Fue entonces cuando crearon el logo. 

Joe Petagno era un ilustrador que había trabajado para gente como Led Zeppelin o Nazareth llegó al estudio y sacó unos bocetos que le gustaron a Lemmy pero con cambios sustanciales “quiero esto, pero con una cruz de hierro colgando, una mini calavera que también cuelgue. Un poco de saliva y una cresta con púas”. Y nació la portada de On Parole.

Motorhead desde ese día se encerró en una formula inmutable, donde Lemmy encontró un lugar nostálgico imaginario que no era ni punk ni metal, era Rock n Roll enlatado en una visión estrecha y hasta muy conservadora de la que nunca se desvió. 

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