YNGWIE MALMSTEEN. ASÍ SE FORJÓ SU UNIVERSO.

Uno de los guitarristas más influyentes de toda la historia, pilar del Metal neoclásico y motivo por el que miles y miles de personas han empezado su particular viaje a las seis cuerdas. La particular forma de entender la música que siempre ha tenido Yngwie Malmsteen, influenciado por las obras de Mozart o Bach, junto a su pasión por el heavy metal, ha creado una forma única de tocar la guitarra que ha derivado en composiciones míticas como “Rising Force” o “Far Beyond The Sun”.

En el Rock Imperium 2024 tendremos la oportunidad de disfrutar de una rareza en directo, de uno de los maestros de la guitarra. Tan amado como odiado, pero sin duda por todos idolatrado.

EL CAMINO HACIA LA GENIALIDAD.

Yngwie nació en una familia con formación clásica: cantantes de ópera, pianistas y violinistas. A los 5 años estaba aprendiendo piano, flauta, trompeta y batería. Hasta que una noticia en tv (18 de septiembre de 1970) de la muerte de un tal Jimmy Hendrix acompañada de una imagen del genio de la guitarra quemando su guitarra, provocó que aquel niño de entonces ya 7 años descolgara de la pared su olvidada guitarra acústica y nadie le había enseñado a hacer sonar.

De repente descubrió a Deep Purple con 8 años y fue toda una revelación. Empezó a tocar la guitarra 15 horas al día. Crecer en Suecia en los años 70’s era algo muy sencillo. No había ningún aporte externo, solo había una cadena de tv y una de radio. Una tienda de discos, una tienda de instrumentos y tus amigos de la escuela. Nadie sabia lo que estaba pasando. Nadie le decía que tenia que hacer y que no hacer. O tal vez no escuchó correctamente.

La guerra fría con Rusia, convirtió a su padre (que lo abandonó siendo bebé) en una especie de Agente 007 del ejercito sueco y cuando le llegó la hora del servicio militar el intransigente y joven Yngwie fue declarado exento al amenazar con dispararse a si mismo si le daban un arma. Siempre fue muy poco sueco y ahora mucho menos, porque siempre se reveló a esa mentalidad sueca de que nadie es mejor que nadie. Porque según él si fuera así no existiría el arte.

Ese arte que siempre fue su campo de batalla. Su tío era ilustrador y el joven Yngwie siempre tuvo talento para dibujar, pero las clases acababan mal porque era incapaz de seguir ninguna regla para expresarse. Su etapa escolar fue un continuo conflicto con sus compañeros a quienes consideraba inferiores y despreciaba, pero siempre fue querido por todos a pesar de todo. Nunca tuvo un suspenso a pesar que faltaba para tocar la guitarra horas y horas. Y sus periodos más largos en la escuela se resumían en el taller escolar donde reparaba su guitarra e incluso la mejoraba. Algo que lo convirtió en lutihier y muy a su pesar consiguió acabar la educación obligatoria.

Ya con 18 años, aterrizó en Estados Unidos huyendo de la mentalidad sueca y buscando hacer realidad su sueño de convertirse en estrella del rock. Se instaló en California, donde en aquella época nadie escuchaba música clásica ni mucho menos la leían. Pero sintió que pertenecía a ese lugar cuando esa sociedad tenia un lema que lo marcó en demasía: Aquí puedes llegar a ser presidente de los Estados Unidos. Algo que contrastaba con el lema sueco de “Quédate quieto en tu sitio y no hables”.

Además de la sociedad sueca, la escuela, y los controles democráticos, a Malmsteen tampoco le gusta estar en bandas donde cualquiera excepto él tiene voz. Y eso ha provocado un tiovivo de expulsiones de todos sus proyectos. Entiende que hay bandas que solo funcionan unidas como Led Zeppelin pero él nunca fue así. Ya desde la edad escolar se le consideraba un ególatra, pero siempre tiene claro lo que quiere y como lo quiere.

Él ve a los otros músicos que pasan por su banda como empleados, a quienes les paga por tocar “su” música, incluso hoy en día no entiende como guitarristas como Blackmore o Schenker hayan dejado libertad para crear las letras de sus canciones.

VAN HALEN: SU “NO” INFLUENCIA.

Yngwie llevaba tiempo tocando cuando escuchó por primera vez a Eddie Van Halen y fue toda una revelación. Todo el mundo empezó a inspirarse en él y Malsmsteen siempre se negó a caer en ello, pero si que aprendió de Eddie a ser más espontaneo a la hora de tocar en directo.

Yngwie tenía 13 años cuando VAN HALEN sacó el primer disco y llamó en demasía su atención. Ya que era una época en que solo le interesaba la música clásica y aquella aparición hizo que de alguna manera mirar de reojo lo que era en lo que se convertiría con el tiempo: un auténtico héroe de la guitarra.

EL MURO DE MARSHALL

Desde el espacio se ven tan solo dos cosas en la tierra: la muralla china y el muro de Marshall que tanto odia el equipo técnico de Yngwie. Siempre le gustó por encima de toda esa marca de amplificadores, aunque tardo bastante en tener el primero, por su tipo de volumen maestro. Sus válvulas no están distorsionadas y siempre se obtiene el mismo sonido. Un sonido para él puro, parecido al de un violín.

Con el tiempo, Marshall creó el amplificador exclusivo de mi modelo a pesar de que había renunciado a hacer lo mismo con amplificadores más modernos, pero tenia claro que solo quería trabajar con ellos.

A día de hoy no existe ya. Se agotó y me siento muy feliz de aquella locura de ventas de algo que ayudé a configurar.

FENDER. LA GUITARRA.

Tuvo su primera Strato muy joven, eso si, era una copia barata pero para él era lo mismo. Y pronto se convirtió en su modelo favorito.

Cuando llegó a los Estados Unidos ese modelo de guitarra estaba completamente pasado de moda. Cuando empezó a tener fama como guitarrista en los 80’s muchas marcas de guitarras acudieron a él ofreciéndole crear signatures Malmsteen pero siempre se negó.

De repente, llegó Fender al tiempo y consiguió algo que ni Hendrix, ni Beck ni Blackmoree habían conseguido: Fender le regaló una Stratocaster, convirtiéndose en el primer artista al que Fender le regalaba instrumentos.

En el 86’s durante un concierto en Long Beach en California Fender acudió con varios ingenieros de la marca y empezaron a medir sus Stratos del 62 y del 56 y le dijeron que tenían en mente hacer una Strato exclusiva para él.

SU “ESTILO” PROPIO.

Tiene un sonido característico reconocible por encima de todo lo cuál le hace único e inimitable. ¿Cómo ha llegado a algo así? Su práctica diaria desde niño de más de 10 horas le hizo aprender solo a base de intentar sus ídolos de niñez como Bach, Vivaldi y Paganini, lo que realmente le retó a tocar arpegios, escalas y armónicos.

Su obsesión por tocar la guitarra correctamente le llevó a buscar la perfección tanto en la ejecución como en que cada nota fuera perfectamente clara, audible y eso provocó su maestría con los años.

Él se auto prohíbe escuchar música de cualquier tipo en el día a día, especialmente cuando está componiendo, que es casi todo el tiempo. Y ni siquiera escucha sus temas antiguos. Es obsesivo hasta para llegar a aislarse musicalmente del mundo para evitar tener la más mínima influencia, aunque sea de manera inconsciente. Estrategia que le facilita esa espontaneidad que surge de la nada y rápidamente graba para más tarde desarrollar el tema completo.

SU CANTANTE IMPOSIBLE.

La primera vez que vio a DIO fue con Rainbow en 1976 siendo un crio. Años más tarde consiguió ser su telonero, algo que le emocionó. Dio a partir de ahí iba a verlo tocar cada vez que podía y todo el mundo podía pensar que tenía en mente.

Coincidieron encima del escenario y en estudio más de una vez. Y realmente la mezcla era genial, pero Yngwie sabía que una relación a largo plazo habría sido una batalla continua de egos. Siempre pensó que habrían funcionado muy bien juntos musicalmente porque había mucho respeto mutuo.

Años más tarde Yngwie confirmó que fue algo que hablaron muchas noches y siempre acababan con discusiones. Fue entonces cuando ambos se dieron cuenta que eran dos lideres demasiado fuertes para trabajar juntos.