En la década de los 80’s, los fans del Heavy Metal metían como poco miedo a sus padres. Las camisetas negras, las imágenes mortuorias, el pesimismo absoluto de las letras, los videos musicales llenos de sexualidad y violencia sumergida se convirtieron en poco menos que perturbadores en el seno de muchas familias. Incluso en Estados Unidos, grupos como Black Sabbath o Judas Priest fueron acusados constantemente de incitar a los jóvenes a delinquir o incluso al suicidio.
Los fans del metal de los 80’s se involucraron en comportamientos con mayores riesgos sociales cuando eran adolescentes. Fue una década donde muchos padres y políticos se preocuparon por que el Heavy Metal fuera demasiado popular entre los adolescentes y donde muchos de ellos vieron el genero como sinónimo de adoraciones maléficas, sexo, drogas, desesperación y suicidio. Mientras que para los fans el Heavy Metal se convirtió en una cultura que proporcionó un sentido de pertenencia ayudando a aliviar los dolores del crecimiento de la adolescencia. Entendieron e hicieron propios los mensajes de la música, especialmente con respecto a la hipocresía o cerrazón mental de los adultos.
Pero más de 30 años después, ¿qué ha sido de todos estos jóvenes fans del metal? ¿Son más cínicos y depresivos que la media? Según la Universidad Humboldt de California y de diversos estudios sobre el tema, a los antiguos fans del metal les ha ido y les esta yendo mejor que a la mayoría de sus contemporáneos. Pero incluso la Sociedad Británica de Psicología han descubierto que los fans del metal en general tuvieron una infancia más difícil que la mayoría y eso les hizo sentirse atraídos por el Heavy Metal hasta hoy.
Las conclusiones de estos estudios dieron como resultado que los amantes del metal no solo tenían formación y muy pocos se encontraban desempleados, sino que también tenían muy buenos recuerdos de sus años de adolescentes en los 80’s. para ellos esta cultura supuso una función protectora importante. Ese apoyo social por los semejantes y el sentido de pertenecer a una comunidad les ayudo en la adolescencia. Creando conexiones fuertes entre ellos en el desarrollo de su propia identidad.
En la actualidad, los fans del metal se sienten tan contentos con su vida como sus compañeros “no metal” excluyendo cualquier duda o acusación sobre quienes disfrutaban con el metal. Recordando significativamente una adolescencia mucho más feliz que el resto dando crédito a lo que muchos fans del metal han expresado: que la música ofrece una catarsis en la escena de la vida ofreciendo una salida perfecta para los desafíos emocionales de la adolescencia.
Pero más allá de la superación de los problemas propios de la adolescencia la escucha de canciones relacionadas con la muerte, vestirse con camisetas llenas de memorabilia mortuoria, demonios etc. puede parecer una forma extraña de combatir la angustia existencial. No obstante, un nuevo estudio de Psychology Of Popular Media muestra que escuchar Heavy Metal ayuda a lidiar a uno con su propia mortalidad. Esto probablemente se deba a que, para los fans, el Heavy Metal representa mucho más que un género, representa una forma de vida y un sentido de identidad.
